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El significado del Paro Nacional del 19 de julio de 1977

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Por Gerónimo López Sevillano / SG CGTP

A pesar de los distintos contextos que vivieron los sectores populares de nuestro país en el 19 de julio de 1977, es la fecha del más grande Paro Nacional que conociera el Perú y su influjo es tan grande que aún podemos encontrar enseñanzas que nos ayuden a diseñar una estrategia de victoria en la hora actual.

El 19 de Julio en la Historia

Recordemos que el Paro Nacional del 19 de julio fue el corolario de una resistencia prolongada al desmontaje que iniciara Morales Bermúdez contra las reformas de Velasco Alvarado, cambios que transformaron el Perú antes dominado por la alianza del imperialismo y la oligarquía agraria. Las reformas en el Perú habían incidido en un crecimiento de fábricas y servicios públicos y privados, consecuentemente se dio un gran crecimiento del proletariado que se incorporó a la lucha sindical, de la misma manera que otras organizaciones urbano populares y agrarias.

Ciertamente, que los que más destacaban en esa resistencia a la dictadura de Morales Bermúdez eran los trabajadores del campo y la ciudad   encabezados por la CGTP. Ello se debía al nivel de conciencia alcanzado y también a que el desmontaje perseguía una forma de descargar la crisis que se desató en los hombros de los trabajadores y el pueblo. Todos juntos conformaron el Comando Unitario de Lucha (CUL)

El impacto del Paro 1977

Los logros del Paro,  hace 43 años después, aun son comentados por estudiosos de la realidad nacional como un hito de lo que puede alcanzar el empoderamiento de las masas, ello no es exagerado ya que, después de este acontecimiento, la dictadura militar tuvo que llamar a una Asamblea Constituyente que produjo la Carta Magna de 1979, en la cual la presencia de representantes de trabajadores y el pueblo, que comenzaron a entender el valor de la Unidad, instituyeron un capítulo laboral que consagró una serie de derechos que más tarde serían conculcados en la Constitución Política de Fujimori.  Luego de la Asamblea Constituyente se convocó a elecciones generales que retornó el gobierno del país a los civiles en 1980.

Se dice y no sin razón, que el Paro del 19 de julio devolvió la Democracia al Perú. La CGTP pagó por ello un precio muy alto: decenas de dirigentes sindicales fueron deportados y otros 5,000 de ellos despedidos, muchos de los cuales no lograron nunca su reposición pese a los esfuerzos en varios terrenos. En ese intento de lograr las reposiciones, que demoró años, murieron o fueron abatidos otros dirigentes más. Sin embargo, ese sacrificio y entrega de la militancia fue la base del prestigio del que goza la CGTP, tanto que ni los más encarnizados enemigos pueden negarlo.

El Paro del 19 de julio y las lecciones en la hora actual

A diferencia de 1979 no estamos en el mejor momento del movimiento sindical, y sin embargo, no nos rendimos, al margen de nuestros errores y limitaciones, debemos señalar que nuestra condición actual no se debe a que seamos menos trabajadores, si no, a la persistencia del modelo neoliberal, que lejos de estimular el cumplimiento de los derechos laborales, los conculca, lejos de crear fuentes de empleo decente informaliza las actividades.  Culpables de ello son también todos los gobernantes que en lo que va del siglo no cumplieron sus promesas electorales y persistieron en el modelo al punto de hundirnos en la corrupción.

Otra similitud con esa época es que hoy la CONFIEP como portaestandarte de toda la derecha peruana, sin pensar en la desesperación de la gente que, debido a la Pandemia del COVID 19, se quedó sin su puesto de trabajo, quiere todo el poder para poder aprovechar la situación para sus mezquinos intereses, no solo proyectos mineros sin consentimiento popular, también privatizaciones, igual en política laboral como la que se quiere profundizar en el Ministerio de Trabajo.

De manera tal que, al igual que en 1977, necesitamos recuperar nuestros derechos, lograr que esa inmensidad de personas sumidas en la precariedad e informalidad, transiten a la ruta del empleo digno.

La organización, la unidad sindical y popular

Pero, ello no se logrará sin la organización, sin la unidad sindical y la unidad popular como en el paro del 19 de julio del 1977. Tenemos que luchar por crear las condiciones para cambiar la Constitución Política. Y convencer, no a toda la “clase política” como suelen llamarla los opinólogos, sino a los honestos partidos de la izquierda que de buena fe quieran representar al pueblo y trabajadores, de que la UNIDAD con mayúsculas es esencial para cambiar el Perú.

No quedarnos en palabras comenzar por lo más elemental: comprender el sufrimiento de los millones de desvalidos a propósito de la pandemia, si no logramos que se entreguen los bonos universales, si no se logra imponer un plan de empleo de emergencia, cómo podremos lograr que nos crean que otro mundo es posible y que la “nueva normalidad” sea realmente nueva y no más de lo mismo.

Si todo eso pudo hacerse el 19 de julio de 1977, ¿Por qué no podemos hacerlo hoy? Este es el reto y también el compromiso con la memoria de aquellos compañeros, así como con las necesidades de los pobres de hoy.

En ese transitar por la acumulación de fuerzas contra las políticas neoliberales y el gobierno actual y en homenaje a nuestros compañeros caídos y despedidos en el paro y por el paro de 1977 convocamos a la Jornada Nacional de Lucha para el 23 de julio.

Lima, 18 de julio 2020.